Patrimonio de la Humanidad
El Camino de Santiago, declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO en 2015, es un elemento histórico clave que se vincula a las épocas más primitivas de la peregrinación. El recorrido principal a su paso por Castrillón forma parte de la ruta jacobea que recorre el Camino del Norte hasta su destino, Santiago de Compostela y sigue a grandes rasgos el paso del antiguo Camino Real de la Costa, que sirvió tanto para el peregrinaje como el trasiego de ganado y mercancías.
Su primer tramo comienza adentrándose por la senda rural de Coto Carcedo hasta el camino de La Plata; donde se ubica La fuente la Plata, un elemento de carácter etnológico formado por una fuente con pilón y un lavadero doble de finales del siglo XIX y principios del XX. Al llegar a la carretera de La Plata, sustituta del viejo Camino Real, se ubica el Castro de La Armada, donde se hallaron cerámicas que revelan que estuvo habitado al menos hasta la Edad Media.
ETAPAS
Etapa 10 (Tabaza-Piedras Blancas)
Etapa 11 (Piedrasblancas-Muros)
Manteniéndose en la ruta, los peregrinos caminan hacia otro espacio clave del paisaje medieval del concejo; el valle de Quiloño, territorio por el que transcurre mayoritariamente el itinerario. En el se encuentra la Iglesia de San Miguel de Quiloño, antiguo monasterio, donde se conserva el epígrafe prerrománico con las reliquias que se custodiaban en el monasterio, entre ellas una de Santiago. A escasa distancia se encuentra el conjunto etnológico de El Ventorrillo, un núcleo rural en el que hubo antiguamente una venta caminera para arrieros, peregrinos y viajeros.
Tras cruzar el puente sobre el río Raíces se encuentra la parroquia de Piedras Blancas, debido a su colonización tardía quedan pocos elementos considerados de un paisaje cultural antiguo. El primer edificio que aparece en el recorrido es la Casa Riesgo, antiguo Ayuntamiento de Castrillón del siglo XIX y uno de los edificios civiles más antiguo que se conserva en el concejo; contiguo a él están las Escuelas de Piedras Blancas del año 1918, catalogadas como una de las escuelas de interés patrimonial en Asturias; y la Iglesia de Santa María, un ejemplo de representación de la modernización del camino jacobeo y de los nuevos templos erigidos en su itinerario.
Dejando atrás Piedras Blancas la ruta asciende hasta el cordal de Arancés-Las Vallinas, un espacio con evidencias de poblamiento romano y medieval organizado en torno al “Camino del Cordel”, donde debe reseñarse el yacimiento romano El Muro, situado en la cercanía.
El camino de la costa
Siguiendo el itinerario, la ruta atraviesa Vegarrozadas y La Lloba, siendo esta última, la que posee una concentración más interesante respecto a testimonios etnológicos propios del hábitat rural; en ella quedan recuerdos de antiguas actividades artesanales que se realizaban como La Teyera.
El camino concluye por la aldea de El Cueplo, un lugar que cuenta con indicios arqueológicos prehistóricos y en el que hubo un asentamiento de ganaderos “vaqueiros” conocido como la “raza del Cueplo”. Esta zona señalaba en la Edad Media el límite del territorio gobernado por el castillo de Gauzón y el inicio de la demarcación protegida por el castillo de San Martín. Con ello, el camino de peregrinación abandona las tierras del “Alfoz de Castrelyon”, nombre por el que se denominaba al concejo en el siglo XIII.